miércoles, 20 de julio de 2011

Sin autos y sin reglas, la idiotes no anda en ruedas.


Me acusaron de ser imparcial. Lo cual si bien es acertado porque cada cual tiene un sólo punto de vista desde donde ve cuan lleno de forros está el mundo. Sin embargo y no para tratar falsamente de ser imparcial también ODIO CON TODO MI SER a los peatones. Seres descerebrados y suicidas que no saben que los semaforos se aplican también a ellos y que tienen las sendas peatonales para cruzar la calle. Arriesgan sus inutiles y pedorras vidas yendo apurados a quien sabe donde. ¿Qué mierda te cuesta caminar veinte metros hasta la esquina? También está el gil con auriculares que jamás va a escuchar un.- Permiso. Del cual todos deben estar atentos para no atropellar y los únicos que están atentos a estos gusanos musicalizados son los chorros quienes se alimentan de los distraídos.
Aparte a todos lados van apurados. Al banco, al kiosco, a comprarse ropa, a la esquina a ver si llueve, la gente corre y no tiene la más puta idea de por qué o para qué...
Me preguntaron una vez.- ¿Vos no querés a nadie?
No fue fácil responder después de mucho pensar, creo que a algunas personas estimo. Pero el nivel de imbecilidad que tiene la humanidad es porcentualmente mucho mayor, tanto que en una tabla de gráficas ni valdría la pena dibujar la linea.

Agradecemos a Emanuel Gerban por su interpretación del típico pelotudo



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